Mensaje Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos

Julio 13, 2004

 

            “Abrid las Sagradas Escrituras en Efesios, Capitulo 6, Versículos 10-19:  ‘Y ahora, hermanos, háganse fuertes en unión con el Señor, por medio de su fuerza poderosa.  Protéjanse con toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan estar firmes contra los engaños del diablo.  Porque no estamos luchando contra gente de carne y hueso, sino contra malignas fuerzas espirituales del cielo, las cuales tienen mando, autoridad y dominio sobre este mundo oscuro.  Por eso, tomen toda la armadura que Dios les ha dado, para que puedan resistir en el día malo y, después de haberse preparado bien, mantenerse firmes.  Así que manténganse firmes, revestidos de la verdad y protegidos por la rectitud.  Estén siempre listos para salir a anunciar el mensaje de la paz.  Sobre todo, que su fe sea el escudo que los libre de las flechas encendidas del maligno.  Que la salvación sea el casco que proteja su cabeza, y que la palabra de Dios sea la espada que les da el Espíritu Santo.  No dejen ustedes de orar:  rueguen y pidan a Dios siempre, guiados por el Espíritu.  Manténganse alerta, sin desanimarse, y oren por todo el pueblo de Dios.  Oren también por mí, para que Dios me dé las palabras que debo decir, y para que pueda hablar con valor y dar así a conocer el secreto del mensaje de salvación.’ 

            “Vuestra Madre Amantísima, pequeños Míos, siente una Tristeza, una Tristeza infinita por cada uno de vosotros, por cada uno de los hijos que Mi Bien Amado Jesús entrego al Corazón Inmaculado de vuestra Madre Amantísima.  Cuanto dolor, cuanta tristeza, cuantas lágrimas han derramado los ojos de cada una de las pequeñas criaturas que habitan en este universo convulso y lleno de apostasía, lleno de incredulidad. 

            “Vosotros no sabéis lo que vuestra Madre os dice cuando os señala la apostasía del mundo de hoy.  Apostasía es predicar aquello que en vuestros corazones no creéis. 

“El hombre ha cambiado muchas cosas de las que estaban escritas en las Sagradas Escrituras.  El hombre ha olvidado la caridad y ha olvidado la fe, que es algo tan importante y que es creer en aquello que no veis.  La caridad es tan importante para Mi Amado Jesús, como el agua que derramó por cada uno de vosotros en la Cruz.  La caridad es sentir, es vestirse con la Armadura del Espíritu Santo para que endulce cada uno de vuestros corazones para sientan piedad por todos aquellos que no caminan en la Luz.  Por ellos hay que orar a cada momento, a tiempo y a destiempo para que Él toque los corazones de cada una de las pequeñas criaturas. 

“El hombre ha olvidado que la Creación Divina la dio Dios a la mujer para engendrar y decir ‘Sí’ al abrazo del amor en su regazo.  Hoy, la mujer en vez de cobijar como la gallina, cobija a sus pelluelos debajo de sus alas, han olvidado la gracia que Dios dio a hombre y mujer para engendrar en el matrimonio.  Matrimonio que hoy han olvidado y dejan a las desvendadas a sus pequeñas criaturas que matan en su vientre o las matan cuando nacen. 

“El derecho a la vida lo dio Dios para procrear en el matrimonio no fuera de el.  La caridad es engendrada en cada uno de vuestros corazones y el de Mí pequeña criatura que os trae el Mensaje Divino. 

“La caridad es hacer como vuestra Madre hizo al visitar a Santa Isabel que fue la primera que dio testimonio de esa caridad al ir a visitar a Santa Isabel en los días que le faltaban para traer al mundo a Juan el Bautista.  El que anunciaría, y el que abriría el camino hacia el Bautizo a través de Jesús. 

“Recuerden como Juan Bautista hizo posible de atraer muchos hombres a la fe, pero hoy el hombre se dispersa por diferentes rumbos y no van en busca de la Verdadera Semilla que Murió en la Cruz, y que a través de Su Resurrección, a través del Espíritu Santo, pudierais todos ser bautizados en la Iglesia que Él os dejó. 

“Hoy, el hombre no respeta lo que esta escrito en las Sagradas Escrituras.  Hay pocas confesiones, que es importante para cada uno de vosotros para que podáis comulgar y comer del Verdadero Pan, el maná que os dio Jesús a través de Su Carne.  Hoy, el hombre se queda con hambre, porque el hombre no comulga y el que comulga, comulga incorrectamente. 

“Recordad siempre de caminar en la Luz.  Id a la confesión para que puedan acercarse a Él con un corazón contrito y verdaderamente lleno de amor.  Escuchad pequeños Míos, cuando vosotros comulgad incorrectamente, comulgan para vuestra perdición.  Cuando cumplís lo que está escrito en las Sagradas Escrituras, tened que Honrad al Padre, doblad rodillas, confesaos para ser dignos de que Él perdone vuestros pecados a través del Santísimo Sacramento del Altar.

“Revestios cada uno de vosotros con lo que Él os dejó a través del Martirio de la Cruz.  Honrad la Cruz, abrazad la Cruz de Mi Bien Amado.  Todos vosotros debéis doblar rodillas ante el Único que debéis llamar Padre Celestial que es a Jesús.  Vosotros tenéis que doblar rodillas ante Él cada vez que vosotros tomáis Su Cuerpo y Su Sangre de manos de los únicos que tienen sus manos consagrados para que reciban la salvación o el castigo, si es que vosotros la tomáis incorrectamente.  Os digo Castigo por que existe el Castigo para la humanidad.

“Recordad para terminar, que Dios Castigó al hombre en el Edén por la desobediencia, los expulsó del Paraíso.  Dios probó a Abraham cuando le dijo que le entregara a su primogénito, probó la fe de Abraham.  Dios Castigó a Moisés que sacó a su pueblo de Egipto y no lo dejó llegar a la tierra prometida por revelarse a cumplir lo que Dios le había pedido en el Monte Horeb.  Dios castigó a Coré por desobediente y por seguir rindiendo honor a ídolos, a ídolos verdaderos no a lo que muchos llaman ídolos a las imágenes de aquellos que murieron por la fe cristiana, la verdadera fe cristiana. 

“Recordad siempre que Dios os da la vida, la muerte, la abundancia, la pobreza, la enfermedad y la salud.  Él os da todo, pero también os lo puede quitar.  Sin obligarlos os dejó dos caminos a cada uno de vosotros, vosotros o camináis en la Luz o camináis en la oscuridad.  Elegid – Él os da el libre albedrío para que vosotros escojáis. 

“El hombre de hoy tuerce la Verdad, la oculta para que el hombre no tiemble ante la Justicia Divina.  Habrá Justicia, y el hombre se acerca a pasos agigantados hacia la Justicia Divina. 

“Vuestra Madre Amantísima os visita en muchos lugares del mundo para atraerlos a la oración, atraerlos a la vida santificada del matrimonio en los hogares para que no haya tantos niños desaparecidos, tantos niños asesinados, tantos hogares dispersados.  El hogar donde se derrumba el árbol que es el Padre, las ramas se dispersan y las criaturas van buscando afuera al líder que no tienen en vuestros hogares. 

“Orad, pequeños Míos, rogad por la crisis, por el cisma que hay y habrá en la Iglesia que son todos vosotros.  Cuando recibís el bautismo en el Santísimo Sacramento estáis recibiendo el Espíritu Divino de Dios en vuestros corazones.  Abrazad la Cruz y orad el Rosario para que el Señor os dé la paz que hoy os deja a través de la sierva del Señor que fue vuestra Madre Amantísima.  Ella sigue siendo la más pequeña de todas las criaturas la que Él hace posible llegar a cada uno de los corazones de vosotros tocando en el para que abráis ese corazón que lo tenéis cerrado a la oración, al amor, a la Iglesia, y a vuestros sacerdotes.  Cuando vosotros no dejáis vuestros corazones vacíos en el confesionario con el pastor que el Padre os dejó para redimir vuestros pecados y acudid al altar a comulgar como no es debido, vosotros os estáis condenado.  No es solo ir a una aparición Mariana, es acudir en masas a vuestras iglesias, a vuestros sacerdotes que hoy están apartados del altar y otros ocupan su lugar. 

“Orad por el Santo Padre que es un santo que camina con vosotros en la tierra igual que caminó la Madre Teresa de  Calcuta.  Recordad siempre que no solo en los apariciones Marianas encuentran salvación del cuerpo si no que deben buscar la salvación de vuestras almas, que son las que están perdidas.  Cuando hay una conversión de alma hay fiesta en el Cielo.

“Os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.  Amen, amen, amen.”

La Virgen os dice que quiere compartir con todos Sus hijos el misterio de lo que son los Misterios Gozosos del Rosario. 

Este es el verdadero Misterio de la Luz.  Este es el Misterio de la Virgen de Guadalupe o sea el primero:  “La Anunciación”.  En este Misterio tenéis que acordaros de la época en que vuestra Madre Amantísima caminó con vosotros en le mundo y que se le apareció el Ángel para anunciarle Su gestación, y podéis imaginaros cómo ser’a para Ella en aquellos momentos, estando destinada para casarse con San José, recibir la noticia de un ángel de que estaba Encinta y que darla a luz al Hijo de Dios, que Su Vientre serviría de Tabernáculo para guardar al Espíritu Divino que sería cuando Él Caminaría entre vosotros y Moriría en la Cruz.