Mensaje Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos

Julio 13, 2012

“Mis pequeñas criaturas, con cuanto amor vuestra Madre Amantísima viene en este día en que vosotros hacéis compañía a la pequeña criatura.  Este es un pequeño lugar, pero grande en misericordia, en amor, en bendiciones, y en sanaciones de aquellas personas que con amor vienen a venerar a vuestra Madre.  Hacéis oraciones, que para vuestra Madre, son canciones de amor, y cuando llegan a Su Corazón, Ella intercede por cada uno de vosotros ante el Bien Amado. 

“Vuestra Madre ha escogido este momento para apareceros en un Misterio maravilloso para el ser humano, la Ascensión del Bien Amado.  Vosotros no sabéis que significado tiene este Misterio del Rosario de vuestra Madre Amantísima, y os voy a explicar que para cada uno de vosotros, cada vez que oráis este Misterio, podáis decir que es el Misterio de la Rosa Mística. 

La Imagen de la Rosa Mística tiene tres rosas en Su Corazón, roja, amarilla y blanca.  Salieron de Su Corazón al padecer inmenso dolor en Su Pecho, en Su Alma, y en Su Corazón.  ¿Por qué?, se preguntaran vosotros.  Porque el Bien Amado ascendió al Cielo y no quiso llevarse a vuestra Madre.  Ella tenía que guiar el rebaño que estaba perdido, como hoy que también está perdido este rebaño.  El Bien Amado dejó a vuestra Madre a cada uno de vosotros en este mundo en que vosotros habitáis.

Vuestra Madre quería elevarse con Jesús que no La dejara, sin embargo el Bien Amado os dijo, ‘Madre, todavía no es Tu oportunidad de subir al Cielo.  Tienes que guiar Mi rebaño por el Camino que os deje, un solo Camino, que es el del amor, de la renuncia, de la abnegación, del sacrificio, y de la caridad.  Todavía no es Tu tiempo, Madre.  Tenéis que enseñar a esos apóstoles que han sido verdaderos acompañantes de vuestro Bien Amado y de Ti, Madre.  Tienes que ungirlos y consagrarlos para que el Espíritu Santo los toque y sean los portadores de la salud al tocar a esas criaturas que con amor irán a ellos a recibir esa caridad.’

Es lo mismo que vuestra Madre Amantísima hace con todas aquellas criaturas que Jesús escoge para Él para que lo ayuden en este mundo lleno de maldad, de envidia, de dolor, y lleno de abusos en contras de las criaturas que nacen y no piden nacer, y también contra aquellos ancianos cuyos hijos no son capaces de cuidarlos como ellos los cuidaron cuando ellos eran chiquitos.  Esas tres rosas que María, vuestra Madre Amantísima, le salió del Corazón, son los símbolos de dolor.  El rojo por la Sangre de Jesús, la blanca por el Espíritu Santo, y la amarilla es el símbolo de la Iglesia que os dejó para que cada uno de vosotros pueda tomar la Sagrada Eucaristía en vuestras bocas, no en vuestras manos.  Si La toma en vuestras manos, es para su propia condenación.  Tenéis que hacer la genuflexión, pero muchos de los pastores que os deje para guiar el rebaño no os dejan que doblen las rodillas ante Él. 

Están viviendo la Nueva Era, y que nadie casi creéis en las apariciones de vuestra Madre Amantísima.  Ella os viene, trayendo un Mensaje de amor, para que cada uno de vosotros habléis con el corazón ante Jesús y confiesen todos aquellos errores que han cometido en vuestras vidas para que podáis caminar por ese Camino que Él os dejó.  Ese Camino es uno que a veces es lleno de espinas, pero también es lleno de amor, de sacrificio y de dulzura, como la miel que Jesús desde chiquito ingería para alimentar Su Cuerpo. 

Hoy, el hombre se ha apartado verdaderamente de todo lo que el Bien Amado os ha dejado.  ¿No sabéis que al Final de los Tiempos, vuestro Padre Celestial vendrá a pedir cuentas a cada uno de aquellos que faltaron a la Ley que Él os dejó?  Él murió en la Cruz por cada uno de vosotros.  Hoy, el hombre fabrica armas para venderlas, y no para luchar por esas libertades en que muchos queréis vivir.  Usan las armas para hacer más guerras para adquirir grandes cantidades de esas monedas en que vosotros os regocijáis.  El hombre se ha convertido en un criminal al ser capaz de matar a los que no están de acuerdo con ellos.  Tienen hundida la humanidad en el anticristianismo que quieren dominar a todos.  Hoy, nadie cree en nada, ni en nadie.  Ahora, los científicos están buscando la piedra angular de materia con la que Dios hizo al hombre, y cuando crean que la han encontrado, será el momento en que Él vendrá a gobernar el mundo, y dar a vosotros lo que cada uno de vosotros habéis sembrado.

Vuestra Madre Amantísima siempre estará al lado de cada uno de aquellos corazones que verdaderamente se humillan de corazón y de amor ante Él, Que es el Bien Amado de vuestra Madre Amantísima.  Vuestra Madre, como dice la pequeña criatura [Rosa], es la Enfermera de Jesús.  Ella atiende a todos los enfermos y los conduce al Camino de Él. Vuestra Madre, en las apariciones Marianas, traerá siempre Mensajes de amor y Mensajes de advertencia para que vosotros no caigáis en ese pozo sin fondo que en cada paso de los hombres que camina hoy se le cruza en el Camino y caen en el. 

 Grábense esto en vuestros corazones y en vuestras mentes:  Los hijos no piden venir al mundo, son concebidos por Dios, que hace posible que los hombres y las mujeres procreen, y entonces, al nacer, el Espíritu de Dios manifiesta Su Gloria en los primeros suspiros de cada niño. 

Grandes acontecimientos habrá en el mundo.  El mundo entero está en guerra; acabando con la naturaleza que Dios os dejó para que vosotros viváis.  El hombre engendra la guerra para vender y comprar armas de destrucción masiva.  Son los hombres los que engendran el mal en ese mundo, pero Dios hizo el mundo para que vosotros lo llenaran de amor y de Trabajos Divinos al plantar la tierra para que produzca la cosecha y de el alimento que vosotros necesitáis y para sobrevivir todas las catástrofes que se acercan. 

Acordaos que solo Dios es el Único que podrá rescatar a esta humanidad, vacía de amor y llena de maldad.  El hombre abusa los niños y los asesinan, y la droga está acabando con la juventud.  Dios hace todo con amor, pero el mundo ahora tiene esos pequeños aparatitos que en vez de usarlo para enseñar a los niños, lo han torcido y lo usan para envenenar sus mentes.  Hoy, el hombre se envenena con las drogas y  el alcohol, y abusan a los niños y a los ancianos. 

Grandes desgracias le espera a la humanidad.  Aquel que viene al amor de Jesús a través de la conversión, debe confesarse por el sacerdote y recibir la Comunión del sacerdote, no de ninguna otro hombre o mujer.  El Padre os dejó los sacerdotes para que vosotros podáis ir a confesaros y sacar de vuestros corazones las penas.  No solo hablar de sus penas a otros, porque la distorsionan y lo dicen en todas partes.  Pero los sacerdotes morirán con los secretos que vosotros le confesáis, y así recibirán la Absolución y el derecho para Comulgar y recibir el Cuerpo de Jesús, que verdaderamente está ahí en este pequeño pedazo de Pan.

En cada Misa, están los ángeles cada vez que el sacerdote eleva la Eucaristía.  También vuestra Madre Amantísima está presente, tratando de penetrar en los corazones del ser humano para que se arrodillen o hagan la genuflexión cada vez que reciban el Cuerpo del Bien Amado, para que vivan atentos a sus familias, a sus hijos, y no los dejen andar por el mundo llenándose de droga y de maldad. 

Recuerden que cuando las siete colinas se junten, que son las siete iglesias, será el momento que Jesús derramará Su Justicia Divina en el mundo. 

Os amo, pequeños Míos, y vuestro Padre Celestial también os ama a cada uno de vosotros y les da Su Bendición, en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amen.

Nota:  Oren, para que este país cambie el gobierno, si no, se hundirá.  También, recuerden que todos los hospitales, escuelas, iglesias y lugares de las apariciones debe prepararse para convertirse en lugares de refugio para todos los que tendrá que tomar refugio en tiempos de tribulación.” 

 

Julio 4, 2012

“Mi pequeña, vuestra Madre Amantísima está de vacaciones en todas partes del mundo, como vosotros decís, aunque no lo creáis.  Sí, dejo que Mis hijos se relajen un poco, como decís, que se tranquilicen y encuentren su verdadero yo.  Cuando no estoy con vosotros, guiándoos en todo momento, a veces os dejo que descansen para ver si el conocimiento que os doy se les queda en vuestras mentes y lo viven.  Vuestro Padre Celestial está con todos los hijos todo el tiempo, pero a veces, el hombre se cansa de escuchar y no pone en práctica los conocimientos que Él quiere que se os grabe en vuestras mentes para que nunca fallen.  El hombre cada momento tropieza, resbala y cae; a veces es inevitable.  Jesús caminó por mucho tiempo con un traidor a lado de Él, y Él lo sabia desde pequeño, Judas Iscariote lo martirizaba.  Cuando Jesús era pequeño, tenía un pequeño perro al cual Él amaba, y Judas se lo mató.  Jesús lo podía haber revivido, pero no lo hizo para sufrir las consecuencias de la maldad del hombre y estar preparado para cuando llegará el momento de que él que le mató Su perrito también fuera cómplice de que lo mataran a Él. 

El hombre de hoy, pequeña Mía, no tiene ningún interés en preservar en sus memorias los grandes acontecimientos que ocurrieron en la humanidad hace más de 2,000 años cuando Jesús empezó hacer la Obra.  Las personas de aquellos tiempos no lo reconocieron y tuvo que pasar el dolor, la traición, y  las aberraciones moral y física, para que el hombre entendiera que morir en la Cruz no era un privilegio, sino era un sacrificio, y para que el hombre entendiera que con Su muerte Él amo y perdono a todos.  El perdón es muy importante para Dios y para el Bien Amado, que es el mismo Dios.  El perdón, el amor, el sacrificio, el don de dar y no recibir, son muy importante, porque ahí está la verdadera caridad del Bien Amado.

Es vuestra Madre Amantísima quien os habla.  Ella sufrió en Su propia Carne el dolor de perder a Su Hijo.  Ella dedicada Su Vida para dar albergue en Su Vientre al Cuerpo de Jesús, que era el mismo Dios, engendrado en Ella, que con el tiempo sería la Eucaristía que vosotros ingerís cuando vosotros acudís a los templos y confesaos y recibís la Comunión.  En ese pequeño Pan está todo el sacrificio del Bien Amado, pero el hombre todavía hoy no lo reconoce.  En ese pequeño Pan está Él, y por eso, no debéis profanarlo, recibiéndolo en vuestras manos; solo debéis recibirlo en vuestras bocas.  En la Eucaristía, vosotros los hombres encontrar el perdón.  Jesús se sacrificó en la Cruz por todos vosotros para que vosotros seáis capaces de perdonar a aquellos que os maltraten y que os hacen daño.

Verdaderamente hoy no existe la caridad, pequeños Míos, porque han perdido el Camino, y es por eso que vuestra Madre aparece en todas partes del mundo, tratando de juntar en un lugar a todas las personas que creen en la realidad de una aparición, que es donde vosotros encontrareis el Verdadero Camino.  El Camino hoy no lo vais a encontrar ni siquiera en los templos donde vosotros vais, porque solo vais por unos momentos a buscar la caridad de Jesús por Su sacrificio en la Cruz a pesar que verdaderamente Él sí está ahí todo el tiempo.  Es en los lugares de apariciones Marianas donde el hombre verdaderamente encuentra el Camino.  Hoy, muchos de los pastores que os deje para conducir el rebaño han desviado, y dispersado a las ovejas, porque no las guían por el Verdadero Camino, que es Jesús.  Ese Camino no se puede ni torcer ni cambiar, porque ese es el Camino que dejó el Bien Amado, y por ese Camino, vuestra Madre sufrió amargamente la tortura y el desprecio de muchos.  Aun hoy, muchos hombres atacan a vuestra Madre, diciendo que no era virgen y que no tienen por qué venerarla.  Os hablo de aquellos hermanos que separados del Verdadero Camino escogen el que mejor creen que les conviene. 

Hoy, nadie puede tener el privilegio que tiene vuestra Madre en el Cielo y en la tierra, y por eso es que muchos La nieguen.  Pero vuestra Madre siempre estará ahí, atenta al dolor de cada hijo, atenta a la caída de cada ser humano, para ayudarlo a levantarse y a encontrar el Camino que el Bien Amado os dejó.  No creáis que vuestro Padre Celestial, que es el mismo Jesús y el mismo Espíritu Santo Divino, ignora lo que pasa en cada corazón de cada ser humano en la actualidad.  Hoy, el hombre se ha dedicado hacer maldades casi peores de la que los hombres hicieron hace miles de años atrás.  Antes, echaban a los leones a los cristianos, pero hoy, muchos están sacrificando a sus hijos en el vientre, donde más seguros deberían estar, pero después de haberlos concebido, no les permiten nacer.  Otros los abandonan; no son capaces de cuidarlos y enseñarlos amar a Dios como Él os ama y os amará siempre. 

Muchos acontecimientos están pasando en la humanidad.  Vuestra Madre os viene avisando desde hace mucho tiempo sobre las cosas que pasarían en este mundo en que vosotros vivís, que está lleno de amargura, de dolor de crímenes, y lleno de ausencia a toda fe.  La fe es la que os puede salvaros de los acontecimientos grandes que están pasando. 

Muchos seres humanos diariamente mueren – niños, mujeres, ancianos – asesinados por causa de una creencia ficticia, por un anticristianismo que se ha apoderado hoy, en la actualidad, del mundo entero.  En el Medio Oriente y en Asia están negando verdaderamente que Dios existe y que Dios hace Justicia.  Hoy, el hombre se dedica asesinar, ha sembrar guerras que después no puede ni halla las formas como terminarlas.  Escuchen bien pequeños Míos – el hombre de hoy fabrica guerras y fabrica armas.  No les conviene que se acaben las guerras porque ¿sino a quien le venden las armas?

Debéis enderezar el Camino y escoger ese Camino que Él os dejó para salvaros y salvar a vuestras criaturas, aquellas que engendran y traen al mundo que después de un deseo carnal, no sabéis como criaros, ni conduciros en este mundo.  Este mundo, está lleno de maldad, de egoísmo, de hambre por todas partes, de miserias, de enfermos, porque a muchos no les conviene ni sanar, ni matar el hambre.

Recordad que vuestra Madre aparece en todas partes advirtiendo lo que va a pasar y lo que ha de venir para la humanidad.  ¿Se cansará el hombre de escuchar a vuestra Madre?  ¿Escogerá el hombre ese Camino que vuestra Madre os Enseña para que cuando llegue el momento de la Justicia Divina, seáis capaces vosotros de aceptarla?  No creo, porque el hombre está lleno de envidia, de odio hacia la humanidad.  Dios os dio la vida para que aprendieran a vivir en tiempos difíciles y en tiempos buenos, pero el hombre no está aprovechando de esos tiempos.  Vuestra Madre os trae el Mensaje de todas las cosas que pasaran antes que Jesús venga a traer Su Justicia.  Recordad siempre que vuestro Padre Celestial no castiga, pero sí, hace Justicia.  Es una Justicia Verdadera, una Justicia que vuestra Madre sufre cuando ve sufrir a Sus hijos. 

Oren, pero no en esos grupos que vosotros os gusta acudir.  Hay dos grupos que vuestro Padre Celestial os ha enseñado, uno es el Camino del templo donde se sacrifica Jesús – la misa – y el otro es en los lugares de apariciones Marianas en todas partes del mundo, que serán el centro de refugio para todos los seres humanos que acudan a buscar protección en los momentos difíciles.

Todavía hoy este país no está sufriendo lo que están sufriendo otros países en el mundo con miles de muertos.  Dios los ha conservado de todo eso para ver hasta donde vosotros seáis capaces de orar, para que todo llegue a su tiempo y no a destiempo, como vosotros creéis.  Orad para que vosotros no dejéis que el gobernante que está gobernando a este país siga desgobernándolo, porque un día os dije que él es uno de los anticristos que hay en el mundo.  Él que está gobernando es un anticristiano, y lo menos que él quiere para este país es gobernarlo con verdadero amor, con verdadero desprendimiento para que todos tengáis derechos y podáis recibir lo que cada uno construye.  Este país es maravilloso, porque es donde verdaderamente el hombre puede desarrollar su verdadera cultura y su verdadero trabajo para poder llevar el alimento a sus hogares.  Los anticristianos lo quieren destruir para hacer un gobierno universal, un gobierno completamente anticristiano. 

El hombre está encaprichado en destruir a la humanidad, y sí va a llegar a una destrucción.  Pero aquellos que verdaderamente están en el Camino serán salvos, porque han escuchado la Palabra de vuestro Padre.  Muchos se dejan dominar por la roca que les ponen delante para que tropiecen y caigan, no se dan cuenta, porque no ven; son ciegos, sordos y mudos. 

Orad cada uno de vosotros en los lugares que están acostumbrados a ir – a los templos asistiendo a la misa donde verdaderamente está Jesús, y los santuarios Marianos donde vuestra Madre Amantísima os viene anunciando los acontecimientos que vendrán para el hombre si no enderezan ese Camino que Él os dejó. 

No os asombréis, vuestra Madre está en todas partes.  Como dice la pequeña, cogió vacaciones, pero como vuestra Madre, no cree en eso, está con vosotros en este momento, hablándole en alocución a la pequeña.  Cada uno de vosotros tiene una manera para cambiar para no convertirse en cómplices de los que murmuran, de los que no hace caridades, de los que no son capaces de darle la mano a un caído para que se levante, de lo6s que no son capaces de orar por un enfermo que tanto necesita de la oración. 

Hoy, muchos de los pastores que Él os dejó ni siquiera acuden a los hospitales donde muchos mueren cada día sin tener el privilegio de poder confiar en Dios en sus últimos momentos.  Agradezco a la pequeña, que está recibiendo el Mensaje.  Ella es una de las pequeñas más querida de vuestra Madre Amantísima. 

Todos caen y resbalan, pequeña Mía, no os preocupéis.  Sabed haced el bien y no os preocupáis, porque Dios está con cada uno de vosotros, con el que se cae, con el que se levanta, con el que ayuda a levantar al caído, con el que ora, con el que ora por aquellos que no conocen todavía el Verdadero Camino que Él os dejó para que se amasen unos a otros como Él os amo, como Él os entregó a vuestra Madre Amantísima.

Os amo, pequeños Míos, en el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amen.”

 

Julio 22, 2012

                “Recuerden que Yo siempre seré el Buen Pastor que guía a las ovejas, que es cada uno de vosotros, y el Pastor que escoge los pastores que puedan guiar a Mis ovejas en este país en que vosotros vivís, y que hoy está contaminado por la maldad.  Los buenos pastores son aquellos que saben guiar el rebaño y no lo dejan que se dispersen y siempre están atentos a las dificultades que puedan tener y al tropiezo donde puedan caerse.  Los buenos pastores siempre llega a tiempo para poder ayudar aquellos que conduce al rebaño pero no os confíes: los buenos pastores siempre tienen alrededor personas que haciéndose pasar por ayudantes, pero traicionan la Palabra, traicionan los buenos ejemplos que Jesús os da para que vosotros lo compartan con todas las demás criaturas en ese mundo convulso en que vosotros vivís.

                Alrededor de los pastores que Yo escogió para guiar a Mi rebaño se encuentran serpientes; serpientes no en cuerpo, sino en alma, en sentimientos en malos deseos para que cada uno de los pastores que escojo tropiece, caiga y no pueda seguir conduciendo a Mi rebaño.  Por eso es que hoy hay tantos hijos Míos dispersos; vagan por el mundo, pero no encuentran el Camino.  Los pastores que os dejé desvían al rebaño y no lo saben conducir, y son guiados por los malos pensamientos e instintos de otras personas que decir vais a trabajar por Dios, pero en vez trabajan con el maligno.

Los pastores son aquellos que dejan todo atrás – familia, labores – para poder trabajar libremente al servicio de Jesús. Jesús dejó todo para poder conducir a ese rebaño que el Padre Celestial le entregó para que el diera Su Vida por ellos.  A pesar de eso, hoy el hombre sigue tropezando con la maldad y no se atreve ni siquiera a levantarse y rectificar.  Id a donde están los pastores en los templos; confesaos con esos verdaderos pastores que están hoy conduciendo al rebaño a través de la oración y a través de la Eucaristía.  Aquel que no toma la Eucaristía, que es el Cuerpo del Bien Amado, no está preparado para luchar contra la malignidad y contra los tropiezos de las rocas que pone el maligno delante de cada uno para que tropiecen y caigan.  El que no puede levantarse y enderezar su camino debe acudir a los pastores que os dejé para confesarse y recibid la Eucaristía.  Os repito todo esto, porque hoy, el hombre no sabe caminar por el sendero que el Bien Amado os dejó, sino que caminan por el sendero torcido, donde van hacia la maldad a cometer los grandes errores que hoy se comenten.  Es por eso que hoy Dios está enviando Su Justicia a través de la naturaleza.

Recordad siempre que la naturaleza es Dios.  Dios hizo la naturaleza; hizo el agua, hizo todo lo que vosotros hoy gozáis para que podáis llevar una vida sana y un alma limpia.  Todo os dejó.  Os dejó la Sagrada Eucaristía para que después de confesad vuestros pecados con los pastores que os dejé, pudierais Comulgar.  Os dejó a los pastores para que vosotros pudierais limpiar vuestras almas y pudierais caminar en el sendero que os dejó.

Vuestro Padre Celestial, a través de vuestra Madre Amantísima y el Buen Pastor, que es Jesús, os ha dado un Camino, pero vosotros se desvían.  Preferís estar en vuestros hogares alimentando el espíritu de malas ideas, hablando mal del prójimo y no haciendo las obras que verdaderamente agradan al Señor.  Jesús os dejó un Camino lleno de victoria, triunfos y amor, pero vosotros traicionad ese Camino y escogen el que los hace llegar a la maldad, a la envidia, al rencor a las murmuraciones, y no van a ese pastor que os dejé para que vosotros limpiaran el alma.  Vuestra Madre se entregó a una vida sin conocer hombre para que pudiera llevar el Buen Pastor en el mundo para dejar un Camino limpio que vosotros debe caminar.  En vez, vosotros os desvían de ese Camino y cometen los errores más grandes que se puedan imaginar en la humanidad.  Es por eso que Dios derrama Su Justicia en todas partes del mundo a través de la naturaleza viva que Él creó para vosotros.

Enderezad vuestros caminos, conducid al rebaño, no al Camino de la injusticia, sino el Camino del amor, de la renuncia, del sacrificio, de la contemplación, de la caridad.  Nada es más grande para Dios y para el Bien Amado que la caridad.  El hombre hoy está gobernando en el mundo, pero no con el amor que Él os dejó, sino con la maldad.  Mueren infinidades de criaturas por hambre y por enfermedades que tienen cura, pero el hombre no lo dice porque saca provecho de aquellos que pueden pagar a un medico o a un hospital, que es como vosotros llamáis esos lugares donde deben recibir atención para sanar las enfermedades.  Dios da sabiduría al hombre para trabajaran en laboratorios para hacer medicinas para que el hombre pudiera vivir muchos años, pero el hombre torció el Camino y muchos mueren sin haber llegado a la ancianidad.  Muchos nacen y mueren en la miseria por enfermedades, sin que haya nadie que los ayude.  

Dios va a venir al mundo para enderezar ese Camino que el dejó a través de Jesús, el Bien Amado, el cual murió en la Cruz por cada uno de vosotros.  Hoy, lo siguen traicionando y lo crucifican cada día con sus errores, con sus actos, con sus lesbianismos, con su homosexualidad, con todas las cosas que hacéis y que a Dios no le agrada.  Pero que si vosotros sabéis pedir perdón a Dios a través de los pastores que los espera en los templos, vosotros seréis perdonados, y podrás enderezar su camino.

Pequeños Míos, le espera grandes acontecimientos a la humanidad, y el hombre no va a tener fuerzas para superarlas.  Siempre os dije Dios que no os da fecha para enviar Su Justicia Divina; conforme cae una tormenta en cualquier lugar sin que vosotros la esperéis.  Así mismo llegará Jesús.  Recordad siempre que no estáis solos donde vivís; hay criaturas celestiales alrededor os que un día serán los guerreros que salvará al mundo en que vosotros vivís.  

Os amos y os bendigo.  Escuchad bien siempre la Palabra de vuestro Padre Celestial.  No dobléis vuestro camino; seguid recto donde Él pueda encontrarlos y darles la mano y poderlos levantar.  

Os amo y os bendigo.  Preparaos para todas las cosas que vendrán a la humanidad.  Muchos lo verán estas cosas, pero otros no.  Tened paciencia y fe.  Orad por todos los que nunca oran y simplemente se divierten.  Amen.”