Mensaje Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos

Mayo 13, 2012  
 

“Mis pequeñas, os he sorprendido en este día, porque es un día especial.  Las personas celebran hoy el Día de las Madres.  Jesús dice a todas las madres en el mundo que acepten a los niños en vuestros vientres cuando han sido engendrados.  Cuando recibís al niño en vuestros brazos, recibís el regalo más bello que Dios quiere dar a las mujeres del mundo.  

“Mi chiquita bella, Mi pequeña bonita, os he sorprendido en un momento tan maravilloso que vosotros celebráis.  Vuestra Madre está con todos vosotros desde el Cielo. 

“Vuestra Madre Amantísima, vuestra Madre Celestial, recibió un Regalo Precioso sin haber conocido hombre.  Concebí una Pequeña Criatura en Mi Vientre para después en un Ágape de Amor, Lo diera al hombre para ser salvo de sus pecados cuando Él murió en la Cruz como un cordero.  Yo no amamanté al Bien Amado; vuestra Madre Lo alimentó con leche de cabra y con miel de abeja pura.  Recordad que hasta que Jesús tuvo dieciséis años, vuestra Madre Lo alimentó a Él con la leche de cabra y con la miel de abeja pura, que es antibiótico natural.

“Vuestra Madre Amantísima está feliz, porque veo a Mis hijos, a los que Jesús Me entregó para conduciros al rebaño por el Verdadero Sendero del Bien Amado.  Después de estar Conmigo, Lo regalé al hombre como un Regalo de Amor, para que en Su Sacrificio, pudiese salvar las almas de muchas de las personas que en aquel tiempo vivían solamente para la maldad.  Pero ese tiempo ha vuelto hoy a la humanidad.  Los niños que hoy nacen, nacen con un estigma en sus frentes, el estigma de un hombre que no es probablemente su padre o de un hombre verdaderamente padre, pero con vicios que después no contienen y hacen que la criatura después de haber nacido sufran a través de los más grandes sufrimientos y los más grandes abusos que se puedan tener y darle a una criatura.  Miles, miles de niños desaparecen de sus hogares por los abusos de sus padres, de sus abuelos, de sus parentelas, y no aparecen más.  Vosotros no sabéis cuanto vuestra Madre sufre al ver una criaturita muerta en un desierto o a la orilla de un río después de haber nacido, sin ellos haber pedido venir al mundo. 

“El hombre es el que debe sembrar alimento para alimentar a los necesitados del mundo.

“Vuestra Madre hoy quiere que vosotros entendáis el significado cuando tenéis un niño o una niña en vuestras manos.  Se alegra vuestra Madre, pero esa criaturita no sabe el destino que le espera en estos días, donde el hombre profana lo que Dios hizo para regocijo cada uno de vosotros.  Cuantos niños sufren el maltrato, el abuso sexual, porque ninguna criaturita sabe cuando le están haciendo un abuso sexual, no saben lo qué le están haciendo y el hombre no recapacita, no piensa, y las madres se juntan, se aparejan como si fueran animales y no seres humanos que escogen un hombre para hacer un matrimonio bajo la bendición de Dios en la Iglesia.  Vosotros no sabéis que sois templos del Espíritu Santo; vosotros no permítanse ser bendecido por el Padre Celestial en Santo Matrimonio.  Vuestra Madre concibió un Hijo como Regalo de Dios.  Vuestra Madre no conoció hombre, pero Le dio el Vientre a vuestro Padre Celestial para que como Espíritu se engendrará en Ella y se hizo Hombre y para que cada uno de vosotros pudierais caminar con la frente alta después de haber recibido el Sagrado Cuerpo de Jesús en un pequeñito Pan sin levadura, que es la Eucaristía. 

“Todavía, pequeños Míos, antes de que llegue la Justicia Divina, vosotros veréis más abusos del hombre.  Jesús llora, pequeños Míos.  Jesús llora en todas partes del mundo y vuestra Madre sufre con vosotras el sacrificio de cada una de las criaturas que vosotros hoy ven en esos pequeños aparaticos reflejado el abuso de las pequeñas criaturas [pornografía infantil].

“Vuestra Madre os dice hoy, todavía vosotros no habéis visto nada, porque la Justicia Divina se acerca para el hombre.  Cada día está más cerca, porque aunque no estéis en Sodoma y Gomorra, donde aquellos pequeños pueblecitos se contaminaron y cometieron los más grandes pecados, hoy se estáis cometiendo los mismos pecados en el mundo.  Por eso os digo, pequeños Míos, el suelo por donde vosotros andáis no se va a inundar porque la Justicia Divina va a ser con el fuego, el fuego que no se apaga, el fuego que quemará las injusticias y los abusos, la miseria, la avaricia, la maldad, el egocentrismo en cada ser humano.  Cuando hay un grupo que ora intensamente por la paz y el bienestar del hombre, otros utilizan armas de destrucción masiva para acabar con ciudades, con cantidades de criaturas que no tienen la culpa de haber llegado a este mundo corrupto y como dice Jesús, maldito en este tiempo. 

“Vosotros todavía no veis nada de lo que pasará en el mundo.  Cuando no veáis nada, va venir la Justicia y va a ser grande; No seréis advertido, no seréis dijo a despertar, que Jesús está aquí.  No, Jesús no os va a avisar, va a agarrar a todos los abusadores, a todos los que cometen injusticias, a los que matan a sus padres por un paquete de tóxicos.  Vosotros no sois capaces de imaginar lo que vendrá para la humanidad.  No está lejos, no está muy lejos. 

Estad preparados para todos los tiempos.  Vuestra Madre aparece en todas partes del mundo llorando sangre por el hambre, la miseria.  Mientras que a unos les sobra, a otros les falta.  Si cada uno de vosotros vais a los lugares de apariciones de vuestra Madre Amantísima donde Ella viene diciendo en todos los tiempos lo que viene para la humanidad, os convertiréis en apóstoles.  Todos podéis ser apóstoles de Jesús llevando dondequiera que vais palabras a través de las Sagradas Escrituras, no de papeles escritos en escrituras falsas que no son las verdaderas.  La Verdadera Escritura que hace muchos años fue escrita por los grandes apóstoles de la antigüedad.  Seáis vosotros apóstoles, pero apóstoles del hambre, apóstoles del aborto, apóstoles de la miseria, apóstoles de las enfermedades.  Orad por los enfermos, visitad los hospitales, llevad una oración a cada uno por si no van a vivir, que mueran en paz con la bendición de Dios.  Muchos buscáis el alivio a todos vuestros males, pero no miráis hacia atrás para daros de cuenta de cuantos errores habéis cometido en este mundo corrupto en que vosotros vivís.  No todos sois corruptos, pero sois ignorantes, y se calláis de un abuso, calláis de un crimen, calláis por un hambriento y botáis la comida que sobra y no se la leváis a un infeliz.  Vosotros no sabéis cuando Jesús va a disfrazarse de un mendigo, o María de una anciana decrépita y se os va aparecer para probar vuestras caridades.

“Os vengo hoy a todas Mis pequeñas criaturas que llegan en este tiempo a venerar a vuestra Madre Amantísima y al Bien Amado Jesús, a hacer todo lo posible para convertiros en misioneros del amor.  Cuando veáis una criatura que va a tener un embarazo, habladle de la Justicia Divina que viene para cada ser humano que mata a su criatura en el vientre o después de nacida.  Si comete un aborto, se convierte en una miserable asesina, porque allí en ese vientre es donde debe estar más segura.  Debéis cubrirles los pies a los niños que están descalzos, desnutridos y a las madres que se arrastran pidiendo una limosna para poderle dar de comer a esa criatura.  Seáis vosotros los apóstoles de hoy para que vosotros veáis que todos los que se convierten en apóstoles de amor de Jesús van a recibir bendiciones, no solo en el Cielo, sino en esta tierra en que todos vivís, en que todos debéis cuidar. 

“Acordaos siempre que vuestra Madre, está en todas partes y con cada uno cuando La lleváis en vuestros corazones y solamente tenéis que pedirle, y recordad que allí está Ella y está Jesús.  Vuestra Madre viene a estos pequeños lugares de aparición, porque Jesús nació en un pesebre como el más miserable de todos los pobres para que cada uno de vosotros en el mundo veáis que donde está la pobreza, donde está el hambre, donde está la enfermedad, donde está el que tiene un hándicap [deshabilitado], allí está Jesús.  Si vosotros no lo veis, es porque vosotros sois ciegos, que tenéis ojos y no veis, oídos y no escucháis, lengua y no dais testimonio.  Vuestra Madre va a seguir caminando con vosotros a todas partes, para ver si vais a deteneros a pensar, ‘Señor, hazme un instrumento de Tu amor y de Tu paz.  Hazme un restaurante, en esos que vosotros consumís comida, un restaurante ambulante para matar el hambre de aquellos que no hacen dieta para bajar de peso, pero que bajan de peso porque no tienen que comer.’

“Os amo, pequeños Míos, os amo y os bendigo en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amen.