Mensaje Mensual de Nuestra Madre Amantísima para todos sus Hijos

Septiembre 13, 2015

 

                “Mis pequeñas criaturas, espere al Misterio de la Venida del Espíritu Santo del Rosario para poder hablar con cada uno de vosotros.  Vuestra Madre está feliz por la sorpresa que hoy le han dado a la pequeña criatura.  (Los sacerdotes le entregaron a Rosa un certificado enmarcado a Rosa con la Bendición Apostólica del Papa Francisco.)

                “Vuestra Madre sabía que esto iba a pasar, pero no le dijo nada a la pequeña  criatura.  Ahora, les digo que ese regalo que le han hecho a la pequeña  criatura fue propiciado por los sacerdotes, y firmado por el Papa. Es por todos los años de sacrificio de la pequeña  en este lugar.

                “Los sacerdotes dan la Misa en este lugar de aparición todos los meses.  Es una Misa preciosa que todos vosotros sois merecedores en este lugar.  La pequeña siempre ora por todos, y seguirá orando por todos ‘sus enfermos y sus pobres,’ como ella los llama.  Lo más importante para Mi pequeña son los pobres.  Ella os dice, ‘Donde está un pobre, está el Bien Amado Jesús.’

                “Los sacerdotes siempre estarán aquí, acompañando a la pequeña criatura.  Este lugar es santo y sagrado para todo el que venga con fe reciba bendiciones y milagros del Bien Amado Jesús a través de vuestra Madre Amantísima. 

                “Quiero que sepan que grandes acontecimientos le espera a la humanidad, al mundo.  Tenéis que estar preparado para estos acontecimientos que vendrán por tanta miseria y maldad que hay en el mundo.  Debéis preparaos, pero con calma reunir todo que es posible que se necesita en un momento de crisis.

                “Estoy feliz por Mi pequeña, porque aunque ha derramado lágrimas, hoy son lágrimas de felicidad.  Los sacerdotes que están con ella la quieren mucho y este documento que es la Bendición Apostólica del Papa Francisco es algo muy lindo para ella y también para todos los que vienen a este lugar.

                “La pequeña continuará en este pequeño lugar y seguirá ayudando a los pobres, a los niños, y a los ancianos, porque son los seres que ella más quiere.  Dios seguirá acompañando a la pequeña criatura en esta obra maravillosa, y ahora, también ella será acompañada por los sacerdotes.  La pequeña quiere mucho a los sacerdotes que caminan con ella en este pequeño lugar, y debéis orar mucho por ellos.  Este lugar es pequeño, pero grande en milagros y en amor al Bien Amado Jesús y a vuestra Madre Amantísima, la Virgen María.

                “La pequeña impondrá sus manos sobre las cabezas de quienes necesiten una bendición, y ella orará por cada uno de vosotros.  Los sacerdotes pueden acompañarla imponiéndoles sus manos y dándoles sus bendiciones a todos.

                “En el Nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo.  Amen.”